Buscar este blog
jueves, 26 de octubre de 2017
El desarrollo de la Atención Temprana convoca a 130 directoras de centros de Educación Infantil de primer ciclo
La delegada de Educación de la Junta en Jaén, Yolanda Caballero, ha participado este miércoles en una reunión sobre el Protocolo de Coordinación entre las Consejerías de Salud y de Educación para el desarrollo de la Atención Temprana, al que estaban convocadas las 130 directoras de los centros de Educación Infantil de primer ciclo (cero a tres años) de la provincia.
En el encuentro, se ha celebrado en la Delegación Territorial, han sido informados acerca de las funciones de los profesionales del Equipo Provincial de Atención Infantil Temprana (EPAT) y de los procedimientos para detectar indicios de trastornos en el desarrollo o de riesgo de padecerlo en algún alumno. En primer lugar, Caballero ha agradecido la labor vocacional y profesional que los directores desarrollan en sus centros junto al resto de profesionales. "Es loable que dispensen la mejor de las atenciones a los más pequeños y por solucionar de la mejor forma los retos que diariamente se presentan en la Educación Infantil", ha subrayado. Con respecto al encuentro, ha valorado su importancia para avanzar hacia una mejor atención al alumnado del primer ciclo de infantil. En este sentido, ha señalado que desde las Consejerías de Salud y Educación se pretende fortalecer la coordinación en la atención a este alumnado de Infantil, que se encuentra en una etapa educativa "vital".
De ahí que se precise de acciones coordinadas a través de un modelo integral que agrupe las intervenciones realizadas desde los diferentes sectores: educativo, sanitario y social, que aseguren la prevención, la detección precoz, el diagnóstico o el tratamiento de los menores, así como la intervención sobre su familia o el entorno. "Hay que mejorar la atención temprana del alumnado que posee algún tipo de alteración en su desarrollo. Para ello, hemos definido un modelo de intervención específico con la colaboración de los profesionales que detectan trastornos de desarrollo o riesgo de padecerlo, que están integrados en el Equipo de Orientación Educativa Especializada (EOE). Un modelo que se complementa también con el asesoramiento de los orientadores especialistas en atención infantil temprana", ha comentado Caballero. En esta línea, se ha referido a la acciones formativas que desde la Consejería de Educación a través de la Dirección General de Participación y Equidad se están diseñando para los profesionales de las Escuelas Infantiles y para el Equipo de Orientación Educativa Especializada en materia de Atención Infantil Temprana. Por último, la delegada territorial de Educación ha informado de que está prevista la interacción de las plataformas de Séneca y Alborad@ con el objetivo de compartir información profesional que permita la agilización de todos los trámites.
lunes, 19 de junio de 2017
Mi hijo sordo puede oír
JAVIER HERNANDO nunca había escuchado el trino de los pájaros o una cafetera en el fuego.
No sabía cómo sonaba un papel que se arruga, la lluvia golpeando sobre el coche, una cuchara
removiendo el café, la ropa cuando se roza, el zumbido de la nevera… Ni siquiera podía imaginar
que su propia respiración pudiera oírse.
Escuchó estos sonidos por primera vez hace nueve años, con los 32 ya cumplidos.
Hasta entonces, por una sordera profunda de nacimiento, solo había logrado percibir,
con sus audífonos, golpes fuertes o sonidos altos pero poco precisos. Una intervención
quirúrgica y un implante en su oído interno abrieron su mente adulta a un universo de sonidos.
Como un miope que se pone gafas, comenzó a descubrir lo que pasaba a su alrededor.
—Es algo mágico —recuerda—. Pero no basta con el implante para que todo cambie.
El efecto no es inmediato. Luego hay que aprender a escuchar.
Tuvo que interiorizar de dónde procedía cada sonido; ir grabando qué era cada cosa,
qué significado tenía. El ruido de la lavadora o un trueno pueden ser muy inquietantes
hasta que el cerebro sabe cómo contextualizarlos. Muy poco a poco, con paciencia y
mucha rehabilitación, Javier empezó a descodificar el mundo con un sentido nuevo que
hasta entonces apenas había usado.
Él habla despacio y lee los labios de su interlocutor. Le cuesta pronunciar algunas palabras
y ve la tele leyendo los subtítulos. No puede cantar ni apreciar la música. Su capacidad auditiva
ha dado un inmenso paso adelante, pero no escucha ni habla igual que una persona que nació
oyendo. Ha pasado más de 30 años en un mundo de sonidos limitados.
Junto a él, una tarde de mayo, juegan en el patio de su chalet de una bonita urbanización de Majadahonda (Madrid) sus tres hijos, Iván, Alberto y Javier, de siete, cinco y tres años. Todos, sordos profundos de
nacimiento. Todos, conimplantes cocleares desde que tenían un año. Antes casi de saber
caminar los metieron en un quirófano para hacerles una operación con anestesia general
sobre el hueso del cráneo que en principio les va a permitir oír el resto de sus días.
DESPUÉS DEL IMPLANTE HAY QUE APRENDER A ESCUCHAR”, EXPLICA JAVIER
HERNANDO. SE DEBE INTERIORIZAR Y GRABAR CADA SONIDO, DARLE UN SIGNIFICADO
CONCRETO
Cuando los niños se ponen a hablar, muestran una capacidad lingüística asombrosa.
Tanta, que por mucha atención que se ponga, es difícil distinguirlos de cualquier niño
oyente de su edad. La tecnología y los avances médicos han creado un nuevo paradigma
vital para ellos.
“Estamos viviendo una revolución”, dice Marta Rodríguez Pina, esposa de Javier y madre
de los niños, sorda también, con un implante desde que tenía 20 años. “Mis hijos oyen desde
que eran bebés. Eso lo cambia todo”.
EL PAÍS SEMANAL - 18/06/2017
El cuestionario para saber si tu hijo tiene altas capacidades
Educación envía un test para niños que pasan a primer curso de Primaria con preguntas como si aprendió a leer antes de los cuatro años, si es independiente o muy perfeccionista.
¿Aprendió a leer antes de los cuatro años?, ¿es muy perfecionista?, ¿pegunta por todo? o ¿es muy independiente? Son algunas de las 25 preguntas incluidas en el cuestionario de altas capacidades intelectuales para las familias que estos días de final de curso está llegando a muchos hogares malagueños con niños. Se trata de identificar posibles casos dealtas capacidades intelectuales.
Los niños y niñas que el próximo curso pasan de nivel, en concreto los que inician la Primaria y también los que comienzan la Secundaria, están llevando estos días a sus casas un cuestionario para que las familias contesten a unas preguntas con las que se pretende detectar posibles casos de niños con altas capacidades. El objetivo es llevar un seguimiento de estos niños, que puede desembocar o no en un diagnóstico futuro. En función de los resultados, que se suben a la plataforma Séneca, los profesores sabrán qué alumnos pueden tener unas circunstancias especiales que merezcan una atención personalizada.
Desde el curso escolar 2010-2011 se realizan este tipo de cuestionarios con carácter general tanto al alumnado de Infantil que pasa al primer curso de Primaria como al de sexto de Primaria que pasa a 1º. de Secundaria, en aplicación de un protocolo para detectar el alumnado con altas capacidades intelectuales.
Este protocolo pretende dar a conocer entre las familias y profesorado los rasgos identificativos de las altas capacidades intelectuales y favorecer la identificación temprana del alumnado que posee características relacionadas con esas capacidades.
Los datos se cruzan con otros cuestionarios similares para el profesorado para detectar el alumnado que realmente cuenta con estas características.
Fracaso escolar
María Rodríguez, presidenta de la Asociación Malagueña para el Apoyo de las Altas Capacidades Intelectuales, ASA, explica que desde hace varios años se hacen estas encuentas, pero que desde 2015 los niños de altas capacidades ya están incluidos entre los de necesidades educativas especiales. Este seguimiento indivializado persigue detectar estos casos ytratarlos de manera prematura. En muchas ocasiones, explica, las altas capacidades llevan al fracaso escolar, pues son estudiantes que pueden aburrirse en clase, molestan a los compañeros y tienen falta de atención pues “tienen mucha facilidad para aprender y cuando el tema o la explicación se repite mucho para que el resto de compañeros lo capten, ellos se aburren”. También indica que entre las niñas es más difícil de detectar altas capacidades, ya que «se ocultan para ser aceptadas». De hecho, señala que en la asociación hay más niños que niñas diagosticados de altas capacidades. Son los orientadores de los centros los que, en función de la información que proporcionan los profesores, proponen respuestas adecuadas a estos niños y niñas.
La Dirección General de Participación y Equidad de la Consejería de Educación publicó en junio de 2015 una instrucción (actualizada en marzo de este año) en la que se establece el protocolo de detección e identificación del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y organización de la respuesta educativa. Según esta instrucción,, se entiende alumnado de altas capacidades como aquel que maneja y relaciona múltiples recursos cognitivos de tipo lógico, numérico, espacial, de memoria, verbal y creativo, o bien destaca especialmente y de manera excepcional en el manejo de uno o varios de ellos. A efectos de clasificación, se considerarán tres grupos:
Sobredotación intelectual.
Nivel elevado (por encima del percentil 75) de recursos en capacidades cognitivas y aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento verbal, razonamiento matemático y aptitud espacial, acompañado de una alta creatividad, igualmente por encima del percentil 75.
Talento complejo.
Combinación de varias aptitudes con un percentil superior a 80 en al menos tres capacidades cognitivas.
Talento simple.
Elevada aptitud o competencia en un ámbito específico (por encima del percentil 95).
martes, 13 de junio de 2017
Pautas nutricionales para los peques de la casa
El 70% de los niños en edad preescolar
siguen una dieta desequilibrada, lo que conlleva falta de nutrientes claves
para su desarrollo físico y mental, como el omega 3, el Hierro o la Vitamina D.
Si nos esforzamos por promover, desde la familia, hábitos saludables en esta
primera etapa no sólo estaremos más cerca de asegurar su correcto desarrollo
sino también de prevenir enfermedades futuras, como la hipertensión, la
obesidad o la diabetes.
Una dieta inadecuada.
A pesar de ser conscientes de la importancia de una
buena alimentación durante la infancia, la mayoría de hogares españoles
descuidan aspectos fundamentales en la dieta del menor. Por ejemplo, “la falta
de consumo de fruta y verduras, unido al exceso de grasas y azúcares es una
constante en las dietas desequilibradas en esta etapa preescolar”, comenta
la pediatra Teresa Cenarro, del Centro de Salud Sagasta-Ruiseñores
de Zaragoza. Este desequilibro conlleva déficits en la ingesta de determinados
nutrientes de vital importancia, ya que no debemos olvidar que es en esta etapa
donde se producen procesos tan relevantes como el desarrollo cognitivo o el
desarrollo cerebral, algo en lo que el omega 3 DHA, un nutriente que los niños
españoles ingieren por debajo del 50% de la CDR, interfiere de forma
fundamental.
La doctora Cenarro insiste en que “una dieta sana es
fundamental en el desarrollo físico y mental pero, eso sí, debe también ir
acompañada de un hábito de descanso y sueño adecuado y de la realización de
ejercicio físico apropiado para cada edad”. Además, también recalca que podemos
actuar incluso de forma preventiva durante el embarazo, “siguiendo una dieta
equilibrada, rica en frutas, verduras y pescado”, con lo que frenaremos estas
carencias desde el propio vientre materno.
Pautas a seguir
Un reciente estudio elaborado por la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria ha vuelto a recalcar las grandes
carencias nutricionales de los niños durante sus 3 primeros años de vida.
Hierro, vitamina D y ácidos grasos poliinsaturados (omega 3) encabezan un
listado de necesidades no cubiertas a las que debemos prestar una especial
atención.
Para intentar corregir estos desequilibrios, hemos de
intentar cambiar algunos hábitos e incorporar determinadas pautas en nuestras
rutinas alimentarias. Algunas de ella son:
- Aumentar
la ingesta de pescado azul, rico en Omega 3, hasta alcanzar las 2-3
raciones semanales.
- Reducir
la cantidad de grasas saturadas y azúcares, factores decisivos en el
desarrollo de la obesidad infantil.
- Incorporar
a la dieta del menor alimentos ricos en Hierro, como determinadas
hortalizas, legumbres e incluso vísceras, ya que el 64% de los niños
españoles no alcanza los niveles adecuados de este nutriente esencial para
su desarrollo cognitivo.
- No
descuidar la ingesta de calcio. Para ello debemos de tener muy en cuenta
el consumo diario de leche, ya que es el alimento que les proporciona este
mineral esencial en mayor cantidad. A partir del primer año, un niño debe
consumir entre 2 y 3 raciones de leche o lácteos,y puede hacerlo a través
de fórmulas especialmente diseñadas para esta etapa vital como las leches
de crecimiento.
- Aumentar
la ingesta de alimentos ricos en vitamina D, como los huevos o determinados
pescados como la sardina o el boquerón, así como favorecer la exposición
solar de los más pequeños. Y es que esta vitamina es esencial en su
desarrollo, ya que ayuda a absorber el calcio y, por lo tanto, favorece
una estructura ósea más fuerte.
Siguiendo todas estas pautas conseguiremos mejorar el
equilibrio nutricional de los más pequeños de la casa. Eso sí, en el caso de
que se mantengan algunos déficits específicos, podemos optar por alimentos
fortificados para ayudarnos a alcanzar los requerimientos claves en esta etapa
vital. En este sentido, la leche adaptada (también llamada leche de
crecimiento) es una de las alternativas más prácticas para equlibrar la dieta
del menor.
EL MUNDO – 13/06//2017
lunes, 12 de junio de 2017
DECÁLOGO - TRAS UN DIAGNÓSTICO DE AUTISMO
Tras un diagnóstico de autismo
Guía para ayudar a padres tras recibir
un diagnóstico de autismo.
Aquí
tienes algunas ideas de cómo afrontarlo:
1.
Tienes derecho a estar triste, a estar dolido/a, a llorar, a
quejarte. No lo evites, no te sientas mal por llorar tu pérdida,
porque eso es lo que ha pasado. Has perdido un montón de planes y
sueños de un plumazo, tu panorama vital ha cambiado, nuevas
necesidades y nuevos problemas acaban de aparecer. Como en el duelo
por la pérdida de un ser querido, has perdido al joven, al adulto
que iba a ser ese niño en tus sueños, en tus expectativas. Y como
en esos casos, no podrás aceptar tu nueva situación si no pasas por
esa etapa de duelo. No te avergüences. Ni tú lo has buscado, ni
tienes culpa de nada. La vida nos da unas cartas para jugarlas y solo
nos queda hacer con ellas las mejores bazas posibles.
2.
Ten calma. Descansa un par de días al menos, todo lo que puedas. No
te exijas de momento nada ni a ti ni a la gente que te rodea. No vas
a conseguir nada por ponerte a correr, por agobiarte, por tomar
decisiones importantes en este momento. Date el tiempo necesario para
serenarte y cuando te sientas en calma podrás empezar a dar pasos,
no hace falta que sean grandes, debes pensar con la cabeza fría y el
tiempo, ahora sí, está de tu lado.
3.
Acéptalo.
Acepta al niño, acepta el autismo. Podría haber sido mejor pero
también podría haber sido mucho peor. Hay enfermedades o trastornos
que acortan terriblemente la vida de un niño, alguien que mantiene
su alegría y su forma de ser hasta el último momento, que llega
terriblemente pronto. Otras conllevan un gran sufrimiento, un enorme
dolor y el niño lo experimenta con sus funciones cerebrales
intactas. Con el autismo no es así. Tendrá otras posibilidades y
otras limitaciones. Todos entendemos que nuestro cerebro es el
responsable de nuestra inteligencia y entendemos que alguien afectado
por ejemplo de síndrome de Down, tenga discapacidad intelectual.
Pero el cerebro es también responsable de nuestros sentimientos, de
nuestras emociones, de comunicarnos con otras personas, de imaginar y
soñar. Y si nuestro cerebro tiene otro tipo de problema, también
pueden estar afectadas estas funciones o actividades o cómo quieras
llamarlo. Una parte de la personalidad de tu hijo, de sus
pensamientos, esperanzas, miedos y sentimientos está bloqueada, no
te deja el acceso que tú querrías. Parte de esos bloqueos irán
mejorando con el tiempo y otros serán permanentes. Pero el amor
rompe barreras y te ayudará a ayudar a tu hijo. Las cosas mejorarán.
4.
Estudia, lee, aprende. Busca todo lo que puedas sobre los Trastornos
del Espectro Autista. Descubrirás algunas cosas, buenas y malas,
como siempre en la vida: que sabemos mucho más que hace pocos años,
que hay recursos a tu alcance que ni siquiera imaginabas, que hay
también estafadores por ahí sueltos vendiendo curas milagrosas e
ignorantes difundiendo tonterías que no habrán inventado ellos pero
de las que son cómplices al darlas aire. Verás también que tú no
tienes un autista en casa (odio esa palabra) sino un niño con
autismo. Y como todos los niños es diferente a los demás, con su
personalidad propia, su biología propia, su vida propia. No hay casi
nada que sea aconsejable para todos los niños con autismo (salvo
educación y cariño, como en cualquier otro niño) sino que cada
cosa, cada tratamiento, cada procedimiento educativo tendrá que ser
adaptado individualmente. Lee, habla y pregunta. Hay bastantes
posibilidades, y si no, eres realmente afortunado, de que tengas que
educar a los profesionales que van a trabajar con tu hijo: médicos,
enfermeras (o médicas y enfermeros), terapeutas, maestros. Y eso te
tocará repetidas veces a lo largo de su vida. Así que prepárate
para estudiar, para conectarte con otros padres, para mantenerte al
día de las cosas que se vayan descubriendo en relación con el
autismo.
5.
Desconfía
de las curas milagrosas, de los tratamientos no probados, de los
tratamientos con un coste terrible e inexplicable. Eso de “por mi
hijo cualquier cosa”, no debe llevarte a que esa cosa sea un error,
un timo, un tratamiento que no solo no ayuda sino que puede poner en
riesgo una evolución positiva. La breve historia del autismo está
llena de tratamientos dañinos, de explicaciones falaces, de
esoterismo disfrazado de bata blanca. No seáis tu hijo, tú, el
resto de la familia víctima de estos canallas o ignorantes.
6.
Aprende de tu hijo también. Él será tu mejor maestro porque
captará tu atención, estará siempre a tu lado y te generará más
motivación, más capacidad de esfuerzo, más interés que ningún
otro. Él te hará entender qué es lo que necesita, cómo puedes
ayudarle, qué problema tiene en este momento, qué le gustaría
decirte si se pudiera comunicar mejor. Tú enseñarás muchas cosas
también a tu hijo, más que cualquier profesor, cualquier médico,
cualquier psicólogo. Y cuando tengas dudas, cuando no sepas qué
camino seguir, déjate guiar por el instinto, déjate guiar por esa
fuerza de la naturaleza que es el amor.
7.
Ponte en su lugar. Acuérdate y recuérdale a quien haga falta que si
esto es duro para ti, para cualquier miembro de la familia, es mucho
más duro para tu niño. ¿Qué debe ser sentir tener un terrible
dolor de cabeza y no poder expresarlo, no poder explicarlo, no poder
pedir ayuda, no rogar una medicina, nada?
8.
No dejes a nadie, no importa cuál sea su currículum, su trayectoria
profesional, sus méritos académicos, decidir por su cuenta qué es
lo que tu hijo necesita. No dejes a nadie, independientemente de sus
credenciales, convencerte de que tú no conoces o entiendes a tu
hijo. Si sientes que se están equivocando, díselo con tranquilidad,
con afabilidad y con claridad. Tú eres la persona que puede tender
los puentes que tu hijo no puede construir. Tú eres su principal
defensor y mentor. Acepta todas las ofertas de ayuda, todas las
sugerencias, todos los consejos, pero en un momento determinado
tendrás que decidir qué ayuda a tu hijo, qué cambios son los más
claros y necesarios. No te dejes marear de especialista en
especialista. No es bueno para ti ni para el niño. Huye de las
eminencias grises que nunca actualizan ni corrigen sus ideas. Huye de
los expertos globalizados que nunca tendrán los minutos que
necesitas. Busca alguien en quién confíes y te entienda y agárrate
a él o a ella con respeto y complicidad. Establece un sistema de
comunicación, de consulta, un correo electrónico que te pueda
permitir, no para aburrir a esa persona sino para sacarte de dudas en
un momento difícil. Recuerda que para tí es el único niño con
autismo pero para él, no y no puedes pretender monopolizar su tiempo
ni su atención. Si estás en un momento difícil, por lo que sea, no
tomes decisiones que puedan esperar, no hagas grandes cambios, deja
primero que la situación se serene.
9.
Acepta la realidad del autismo. Acepta las limitaciones de tu niño.
Pero una vez, aceptadas, pide la luna y pelea por ella. Tú puedes
saber cuáles son las capacidades de tu hijo en este momento pero no
sabes cuánto conseguirá mejorar, hasta dónde podrá llegar ¿Vida
independiente? ¿Estudios universitarios? ¿Hogar tutelado? Es seguro
que tendrá limitaciones y dificultades durante toda su vida pero no
se las pongas tú. Necesita que con todo ese cariño que tú tienes,
le empujes, le exijas, le guíes, le animes de manera que consiga
alcanzar cada milímetro de ese listón que puede superar.
10.
Y recuerda, el futuro no está escrito en ninguna parte. Lo
construimos entre todos y tú eres clave en el futuro de tu hijo y de
los que vendrán detrás.
Pienso que, quizá, es la noticia que más teme un padre. Saber de manera fehaciente, científica, que su hijo tiene una discapacidad. Hasta ese momento, y la época de incertidumbre puede ser peor, es posible que ambos padres se hayan movido en la ignorancia y la noticia caiga como una pedrada en la cara. En otros casos, puede que sospecharan la realidad aún sin ponerle nombre pero siempre, la naturaleza humana es así, pensamos que puede ser otra cosa, que se curará, que va un poco retrasado pero que es algo temporal y que luego, pronto, se pondrá a la par con sus compañeros.
Pero ahora un especialista, alguien que sabe, te ha dicho y ha escrito en la historia clínica de tu hijo que tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA). Ojalá ese profesional sea experto y haya hecho las cosas bien, ojalá sea valiente y te diga la verdad sin paños calientes ni engaños, ojalá sea humano y comprenda tu inquietud, tu desconcierto y tu miedo y te muestre comprensión y compasión (esta palabra no es paternalista, significa etimológicamente pasar por un dolor juntos).
Quizá se te agolpan las preguntas, las dudas, los interrogantes que esa puerta que ahora tiene nombre abre ante ti. O quizá solo quieres irte, salir de allí, ir a donde puedas llorar a solas o donde tengas la oportunidad de hablar con la gente que te quiere y te entiende o recibir el aire de la mañana y serenarte. Todos somos diferentes y el abanico de sensaciones y respuestas es tan amplio como la diversidad humana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)