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miércoles, 19 de junio de 2013

¿Cuál es la mejor edad para llevar a tu hijo a la guardería?

Los pediatras aconsejan que sea a partir de los dos años


A muchos padres no les queda más remedio que acudir a las guarderías para que les echen una mano con la crianza de sus hijos mientras ellos trabajan. Otros, los menos, pueden elegir. En cualquier caso, existe una serie de recomendaciones que conviene conocer antes de tomar esta decisión. Y han sido los pediatras (reunidos en el 62º Congreso Nacional de Pediatría) quienes han lanzado una serie de consejos que tener en cuenta cuando llegue este importante momento. Ellos consideran que «cuanto mayor sea el pequeño mejor tolerará la incorporación y asistencia desde todos los puntos de vista».

Preparar el sistema inmune


La edad también es un factor determinante para preparar el sistema inmunológico frente a los constantes focos de infección que se generan en las escuelas infantiles. Según diversos estudios, los niños que acuden a guarderías sufren más enfermedades que los menores que se quedan en casa. «Se calcula que, de media, un niño que va a la guardería tendrá alrededor de 10 procesos febriles al año, casi uno al mes», dice el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de seguridad y Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Los virus campan a sus anchas por las aulas de los más pequeños. El rinoviurs, responsable del catarro común, es el más frecuente. «Y se propagan con facilidad a través de la saliva que se elimina al toser, por los juguetes y objetos que manipulan» los niños, explica el doctor Antonio Jurado.
El aumento de infecciones en las guarderías es evidente, lo que da pie a un desarrollo precoz del sistema inmunológico. «Se estima que en los primeros cuatro años de vida el niño padece unas 100 infecciones víricas que, sin embargo, fortalecen sus defensas. Aun así, cuanto más tarde se incorporen a la guardería, mayor tolerancia a los virus tendrá el menor. El riesgo de una bronquiolitis no es el mismo en un lactante de dos meses que en un niño de dos años», recomienda el doctor Jurado.

Mayor capacidad de adaptación

Los niños que acuden a centros preescolares muestran mayor capacidad de adaptacióny socializaciónen el inicio de la escolarización, según estiman los pediatras. El doctor Jurado dice que «para un niño de dos años y medio puede ser positivo acudir a uno de estos centros para que, al llegar la escolarización obligatoria, tenga superado el ‘trauma’ de separarse de la madre y tenga más facilidad para relacionarse con sus compañeros y sentirse menos aislado ante la nueva situación».
Sin embargo no todos están de acuerdo. «La capacidad de socialización depende de cada niño y del entorno en el que se haya desarrollado, ya que un menor que no haya ido a la guardería, pero que se haya criado con hermanos o primos no presentará diferencias psicosociales relevantes», dice Jordi Pou.

El cuidador

Desde el punto de vista cognitivo, los expertos sostienen que las aptitudes de los menores no se ven especialmente afectadas por el hecho de asistir o no a un centro infantil, ya que su comportamiento en los primeros años se ve favorecido principalmente por una sola persona: su madre o quien le sustituya en los cuidados.

Decálogo para escoger escuela infantil

miércoles, 5 de junio de 2013

LAS PRIMERAS SEMANAS DE VIDA DEL BEBÉ / CURSOS ON-LINE PARA PADRES PRIMERIZOS


Todo lo que un padre primerizo debe saber para sobrevivir los primeros días del bebé
A los padres primerizos les asaltan una y mil dudas durante el primer mes de vida de su bebe. Cuantas veces habremos oído decir: ¿por que no vendrán con manual de instrucciones? ... Ahora es posible gracias al curso online que ofrece www.mecenium.com, que cuenta con los consejos del doctor Juan Casado Flores, jefe de Pediatría del Hospital Niño Jesús y autor del curso «El primer mes de vida del bebe». En él los padres primeros pueden conocer de mano de este experto cómo va a ser el parto, lo que harán con el bebé nada más nacer, y recomendaciones como esta:  
 «No permitas que nadie hable alto o moleste al bebé. Contrariamente a lo que antes se pensaba, los recién nacidos son capaces de oír, de ver y de sentir». 

En este curso, el doctor Juan Casado también previene a padres primerizos para que no se asusten si su bebe estornuda, ya que no es un síntoma de resfriado, sino un método natural de limpieza de las fosas nasales, si el pequeño regurgita sin fuerza, porque es totalmente normal, o si aparece el hipo al final de la toma, ya que es señal de plenitud, desaparece, y no necesita tratamiento. Asimismo tranquiliza a los padres novatos sobre el adelgazamiento en los primeros días de vida (de un 8 a un 10 por ciento del tercer al quinto día). 

«Lo normal es que un niño que pese tres kilos al nacer pierda un máximo de 300 gramos, que recuperará antes del décimo día». Tampoco hay que asustarse, continua, si el color de la piel y el blanco de los ojos del bebe es ser amarillo al nacer. «Esto se conoce como ictericia y suele desaparecer tras la primera semana de vida».

 

Otras falsas alarmas:

El jefe de pediatría del Hospital Niño Jesús advierte también de que no pasa nada si el papá o la mamá primerizos detectan manchas moradas o violáceas en la espalda de su bebe. «Pueden tardar semanas, meses y a veces más de un año en desaparecer». Tampoco es preocupante, prosigue, si aparecen angiomas o manchas rojas en la nuca de tu bebe. «Se producen por un mayor crecimiento de venitas o capilares sanguíneos y desaparecen espontáneamente». O si el niño presenta al nacer hemorragias en la parte blanca de los ojos. «Se producen en el momento del parto y el organismo reabsorbe la sangre sin necesidad de tratamiento», añade Casado.

Por último, entre las recomendaciones que hace este especialista en el curso de www.mecenium.com, destaca la referida a la temperatura del neonato, motivo de disputa entre muchas parejas. «Durante la primera semana, los recién nacidos duermen casi todo el día. Sólo se despiertan para comer o porque algo les impide descansar. La temperatura del bebe oscila entre 36 y 37 grados. Cuando es baja, significa que esta poco abrigado. Si es mayor de 37'5 puede estar demasiado abrigado o tener una infección», concluye este experto.

 

Los cursos de www.mecenium.com

 

lunes, 3 de junio de 2013

CONSEJOS PARA LA RETIRADA DEL CHUPETE



                         A continuación los 8 consejos que nos da la 
especialista en Audición y lenguaje 
(Paqui Herrero) para retirar el chupete: 

1º- La edad ideal para retirar activa y definitivamente 
el chupete es hacia los 2,5 años. 
Previamente, ya en la segunda mitad del primer año se 
debe comenzar a limitar progresivamente su uso. En el
segundo año conviene tener restringido el recurso al chupete
a sólo algunas situaciones, como cuando se vaya a la cama
o en situación de mucha tensión emocional.


2º - No esta demostrado que resulte mejor una retirada 
paulatina o una brusca.


3º - Nunca recurra a castigos o medidas humillantes para forzar a su hijo a abandonar el hábito del chupete.


Reprender a un niño mayorcito por usar el chupete, dificulta su retirada definitiva. Alabe a su niño cuando logre dejarlo definitivamente. Festéjelo y muéstrenle el orgullo que nos produce el que vaya haciéndose mayorcito. Recuerde, utilice siempre estos refuerzos positivos. 

4º- Procure hacer participe a su hijo en la decisión de abandonar el chupete. 
Intente involucrarlo ofreciéndole, por ejemplo, que elija entre diferentes posibilidades, manifestándonos sus preferencias. Se le puede plantear para que elija entre tirarlo a la basura, enviarlo a la casa de los abuelitos, dejarlo una noche bajo la cama para que lo coja el ratoncito Pérez, implicar a algún familiar (por ejemplo el padrino), para que le proponga un trueque y se lo canjee por algún juguete o regalito etc. (¡Use su imaginación!). 

5º- Como hemos explicado anteriormente, en los niños mayorcitos, muchas veces funciona muy bien que el pediatra o dentista le explique lo que le puede pasar a su boca, y lo “ fea “ que se le puede quedar, si se sigue usando mucho tiempo el chupete. 

6º- Permítale que exprese sus sentimientos y preocupaciones en las situaciones en que más suele recurrir al chupete. 
Estén especialmente atentos cuando parezca enfadado o preocupado por algo. Préstenle mucha atención y procuren proporcionarles consuelo y cariño. 

7º- Si tras conseguir que abandone el chupete, su hijo vuelve a acordarse de él en los días siguientes y lo pide de nuevo (cosa que probablemente ocurra). Sea firme. Recuérdele que ya no hay chupete, y que el ya ha crecido y no usa esas cosas. 

8º- Cuando pretendamos conseguir que un niño mayorcito deje de usar el chupete, hay que intentar averiguar porque puede estar necesitando usarlo. 
Hay que intentar averiguar si existen situaciones que lo tengan preocupado o acontecimientos del entorno que le supongan una tensión emocional. No tendremos éxito si intentamos quitar el chupete sin ayudarle con estos problemas para los cuales el niño se esta refugiando en el hábito, tranquilizador para él, del uso del chupete. Intente averiguar a que preocupaciones está enfrentándose. Algunos niños recurren al hábito de chupeteo para, simplemente, reclamar atención.

Paqui Herrero Márquez
M Especialista Audición y Lenguaje