Los pediatras aconsejan que sea a partir de los dos años
A muchos padres no les queda más remedio que acudir a las
guarderías para que les echen una mano con la crianza de sus hijos
mientras ellos trabajan. Otros, los menos, pueden elegir. En cualquier
caso, existe una serie de recomendaciones que conviene conocer antes de
tomar esta decisión. Y han sido los pediatras (reunidos en el 62º
Congreso Nacional de Pediatría) quienes han lanzado una serie de
consejos que tener en cuenta cuando llegue este importante momento.
Ellos consideran que «cuanto mayor sea el pequeño mejor tolerará la incorporación y asistencia desde todos los puntos de vista».
Preparar el sistema inmune
La edad también es un factor determinante para preparar el
sistema inmunológico frente a los constantes focos de infección que se
generan en las escuelas infantiles. Según diversos estudios, los niños
que acuden a guarderías sufren más enfermedades que los menores que se
quedan en casa. «Se calcula que, de media, un niño que va a la guardería
tendrá alrededor de 10 procesos febriles al año, casi uno al mes», dice el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de seguridad y Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Los virus campan a sus anchas por las aulas de los más
pequeños. El rinoviurs, responsable del catarro común, es el más
frecuente. «Y se propagan con facilidad
a través de la saliva que se elimina al toser, por los juguetes y
objetos que manipulan» los niños, explica el doctor Antonio Jurado.
Las infecciones aumentan en las escuelas infantiles
Mayor capacidad de adaptación
Los niños que acuden a centros preescolares muestran mayor capacidad de adaptacióny socializaciónen
el inicio de la escolarización, según estiman los pediatras. El doctor
Jurado dice que «para un niño de dos años y medio puede ser positivo
acudir a uno de estos centros para que, al llegar la escolarización
obligatoria, tenga superado el ‘trauma’ de separarse de la madre y tenga más facilidad para relacionarse con sus compañeros y sentirse menos aislado ante la nueva situación».
Si se cría con hermanos y primos no hay diferencias
El cuidador
Desde el punto de vista cognitivo, los expertos sostienen
que las aptitudes de los menores no se ven especialmente afectadas por
el hecho de asistir o no a un centro infantil, ya que su comportamiento
en los primeros años se ve favorecido principalmente por una sola
persona: su madre o quien le sustituya en los cuidados.